HAY QUE PONER LIMITES ¡Se vale decir que NO!

Todos nos hemos visto enfrentados a las dificultades que implica establecer relaciones interpersonales, afectivas, familiares y más aún a todo lo que implica la convivencia con otras personas, incluso con nuestra pareja o en nuestra familia. Y definitivamente de las formas más sanas y equilibradas de llevar la armonía en las relaciones es poniendo límites y respetarlos. Gracias a estos acuerdos eliminamos ese sin sabor de desigualdad en cuanto a lo que aportamos a una relación.

 

Poner límites nos llena de beneficios, nos ayuda a cultivar el amor propio y a fortalecer el autoconocimiento, nos lleva a tener relaciones más saludables y equilibradas, y sin irnos al extremo de ser egoístas y centrarnos solamente en nosotros mismos, el hecho de decir No cuando no nos sentimos a gusto con algo o simplemente no estamos de acuerdo, puede considerarse como un acto de amor, no solamente hacia nosotros, sino hacia los demás.

Es importante a la hora de poner límites y decir No, tener claras tus prioridades y necesidades y liberarte de la opinión externa. Recuerda que lo más importante es tu tranquilidad y tu bienestar. Ten mucho cuidado de no caer en las dependencias emocionales y de revisar tus sistemas de creencias, te pueden hacer caer en decisiones y comportamientos equivocados. Y lo más importante nunca debes sentirte culpable por decir No, si no te sientes bien donde estas, si no te gusta lo que estás haciendo, o si sientes que los demás están sobre pasando tus límites. No tengas miedo al rechazo si decides imponerte hacer respetar tus decisiones. Sin olvidar   que todo se hace desde el amor y la responsabilidad afectiva, sin comportamientos egoístas.

 

 ¡SE VALE DECIR NO, SIEMPRE QUE SEA NECESARIO!

                                                         

Gloria Noreña